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Vos no elegís la lluvia que te va a calar hasta los huesos.

Rayuela, capitulo 93, Julio Cortazar
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martes, 4 de diciembre de 2012

Leyendo en el colectivo: After Dark


After Dark
Haruki Murakami.

            Y acá estoy otra vez, reseñando a Don Haruki. Sí, ya lo trato por el nombre de pila, es que hay confianza, ya es el tercer o cuarto libro de él que reseño y eso que intento ser un lector ecléctico y no leer muy seguido, no solo el mismo autor, si no el mismo genero. Pero bueno tiene algo que me puede. (Supongo que me sucedería lo mismo si consiguiera algún otro libro de Mccarthy). Está vez el libro en cuestión es After Dark y Murakami que no se aparta de sus tópicos de siempre, post adolescentes atormentados, lugares oscuros (no necesariamente por su iluminación) inaccesibles y de los cuales uno no puede salir sólo una vez que está adentro. Lo que cambia y radicalmente es la forma de contar. El autor va de tercera persona del singular a segunda del plural y viceversa sin remordimientos. Deja de lado todos sus adornos, curvas y pinceladas para darnos una escritura analítica fría y minimalista. Recurre a términos casi cinematográficos e incluso llega a usar “una cámara” para contar ciertos momentos del libro.
            Tengo que admitir que fue el libro de él que más me costó agarrarle ritmo, incluso me leí otro libro entre medio, cosa que casi nunca suelo hacer. Esta diferencia con su prosa usual me costó  un poco. Pero con el correr de los renglones me compró. Me compró por que no es un recurso estético caprichoso, no creo que el libro, esta historia tan similar a sus otras, haya funcionado de la misma manera con su estilo usual. Hasta ahora es su libro más reducido no de tamaño, ni de profundidad, pero es mucho más sutil. Es que la relación entre hermanos es algo mucho más difícil de explicar y tratar que un amor de pareja o entre padre e hijos. Pero al final, los que nos sentimos identificados con la situación de estas hermanas, nos damos cuenta que tal vez sea su libro más logrado.

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