.
Vos no elegís la lluvia que te va a calar hasta los huesos.

Rayuela, capitulo 93, Julio Cortazar
______________________________________________________________________________

domingo, 8 de abril de 2007

LLego el Otoño


Caminar por la calle estos días es un placer, la temperatura es agradable, veintipico de grados. Si uno elige bien el horario y el barrio, realmente puede ser una caminata agradable y tranquila, sin que nadie lo moleste, solo con sus pensamientos y sueños. Incluso a veces con sus sentimientos aflorando por la cosa mas inesperada, como un pajarito que se baña en un charco dejado por las recientes lluvias. Y el valiente no se aleja, a pesar de que te acercas a medio metro de distancia. Con la música de fondo adecuada , se cae mas de una lagrima o aflora una sonrisa sincera.
Pero lo que mas me gusta de esta época, es otra cosa. Algo que le pido al señor portero, a la señora ama de casa, al señor barrendero, a los abuelos... les pido por favor que no me las barran, que me dejen ese alfombrado marrón, anaranjado y dorado que tapa el gris aburrido de la ciudad. Que me dejen eso Crinch! Cranch! Crunch! Déjenme seguir siendo un niño cuando camino.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

buena onda lo que expresas.
y no hay regresion, rescate, resucitacion, porque el niño nunca se fué.
sigue adentro, palpitando debajo de tantas capas que le hacemos para taparlo.
como una cebolla que contiene al espiritu, lo mas intimamente uno, el nenito que camina.
no hay un fin de la infancia,
y acaso todo lo demas es una enorme posdata ?

un abrazo, tocayo.

Anónimo dijo...

pero las ojitas tapan la caquita