Si uno se pone a ver las pelis basadas en súper héroes de los últimos diez años (o casi) uno puede notar una tendencia, casi un axioma: la segunda es siempre mejor que la primera. Eso estaba complicado en el caso de Iron Man, película por la que muchos dábamos poco y que nos gustó a todos. En sí mismo, no se cumplió el axioma. Iron Man 2 no es mejor que su predecesora, pero no es peor tampoco. Tal vez lo único que realmente no compensa la segunda es la falta del factor sorpresa que tuvo la primera. Nadie esperaba tan buena película, ahora sí.
Esta nueva entrega nos permite explorar un poco más al excéntrico empresario, su herencia y su aporte a la humanidad. Todo ello condimentado con un poco de envidia, que parece ser el motor que mueve a los malos de la pelicula: Justin Hammer (Sam Rockwell) y Ivan Vanko (Mickey Rourke). Las envidias son de dos tipos diferente, el primero por tener todas las oportunidades que tuvo Stark y no su gran capacidad mental, ni carismática; y el otro por tener todas sus capacidades pero ninguna de sus oportunidades.
Iron Man 2 tranquilamente se podría haber llamado "Tony Stark 2: También aparece Iron Man". El millonario tiene muchos más minutos en escena sin armadura que con ella. Lo cual da como resultado un blockbuster un tanto extraño.Tony Stark es inseparable de Robert Downey Jr., si por algún motivo deja de hacer secuelas, se acaba Iron Man, no me imagino varios Iron Man al estilo Batman. Su carisma (uno inexistente en el comic antes de las peliculas) viene del propio Downey y su improvisación, de la cual obtenemos las escenas más memorables de la película (la primera que se me viene a la mente es una charla con Pepper Dotts (Gwyneth Paltrow) en el escritorio con uno de esas maquinitas de movimiento perpetuo molestando) Vamos, hasta Scarlet Johannson (como Black Widow) y Samuel L. Jackson (como Nick Fury) suben el nivel de su actuación al estar junto a este monstruo de la improvisación.
Las escenas de acción están muy, pero muy bien. Son rápidas y espectaculares (a uno se le escapa más de un "UHHHH, que bueno!!"), por ahí les falta un final más espectacular (cosa que también palideció la primera).
Como queja sólo se me ocurren dos. La falta de profundización en los dramas de Stark (con su padre y con su cuerpo) y la cantidad de tiempo en escena que obtiene el personaje del director (Happy Hogan). No aportan más que algunos momentos gracioso y sacan espacio a, bueno... mi primera queja.
Si se quedan hasta después de los créditos van a ver una escena extra que deja sin aliento a cualquier fanático de los cómics. Anticipando otra producción, con otro pesonaje.
Hablando de eso, me resulta muy interesante y estimulante la idea de un universo Marvel propio para las peliculas. Que yo sepa no es algo que se haya hecho antes y trae una sensación de mundo, de profundidad, de que pasan otras cosas detras, que no tienen otras pelis (Batman, más allá de ser muy buenas películas (las dos últimas), su mundo me resulta bastante chato). Y es una manera excelente de presentar personajes, sin perder tiempo en hacerlo de nuevo en la próxima película de los Avengers.
En fin una película que no les va cambiar la vida, pero que los va a entretener hasta el extremo.
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